Conocida en el mundo entero como la Duquesa de Saint-Exupery y para que la identifiquéis mejor la esposa del Conde Antoine de Saint Exupery, autor del libro “El Principito”, uno de los más leídos en la historia.
Hablaros de Consuelo, tiene un significado especial para mi, ya que en los años 70’s mi madre la conoció y como periodista pudo hacerle algunas entrevistas. Según mi madre, era una mujer exquisita, con gran sensibilidad ya que pintaba y escribía y tenía pasión por todo el mundo del arte. Segura de si misma, una mujer que emanaba sex-appeal…
Pareciera que Consuelo tiene un antes y un después desde que se convirtió en la esposa de Saint- Exupery y en muchos lugares la conocen por ese hecho, es decir que su vida sufre un giro inesperado con este después.
Sin embargo, con mi artículo de hoy pretendo que conozcáis ese antes de Consuelo, esa vida tan especial que para mi la convierte en una Mujer Integral con todo el sentido de la palabra. Porque gracias a sus vivencias, a su carácter, su manera de ser pudo desenvolverse muy bien en ese después, pero todo llegará, empecemos por el principio…
Consuelo Nació en Armenia, Sonsonate, una ciudad pequeña de El Salvador el 10 de abril de 1901. Pertenecía a una familia de personas acaudaladas y aristócratas. Desde niña sabía muy bien lo que quería, tenía una gran imaginación y muchos sueños. Extraigo un trozo de lo que confesó a una amiga de infancia: "...Si me guardas un secreto te diré que voy a ser reina de un país lejano y que tendré vestidos de plata y oro y anillos y collares con piedras maravillosas. ¡Eso seré yo cuando crezca: una reina verdadera". (Tierra de Infancia por Claudia Lars, 2000).
Muchas niñas sueñan con ser princesas o reinas, pero no todas lo consiguen, sin embargo mi querida Consuelo, porque para mi es querida, logró cumplir su sueño.
Para bien o para mal, Consuelo nació en un ambiente machista y en una época en la cual las mujeres alcanzaban su realización personal al casarse después de acabar sus estudios. Ella no estaba dispuesta a quedarse en su ciudad natal, pues tenía otras aspiraciones, así que a la edad de 19 años se aventuró a ir a San Francisco para estudiar inglés y para prepararse mejor.
Con la buena educación de niña de sociedad y su carácter intrépido, al poco tiempo de su estancia en San Francisco, ya se codeaba con la alta sociedad latinoamericana y así conoció a su primer marido Ricardo Cárdenas con el que se casó a los 22 años por amor. Un hombre normal y corriente, sin posición ni alcurnia, eso si muy atractivo. Este matrimonio no duró mucho pues a los pocos meses Ricardo Cárdenas falleció en un accidente de ferrocarril.
Así que viuda a los 22 años, Consuelo se trasladó a vivir a México donde comenzó la carrera de derecho la cual abandonó para estudiar periodismo.
Durante un viaje a Francia, Consuelo conoció a un diplomático llamado Enrique Gómez Carillo, que además era un escritor y periodista reconocido. Una vez más, a los 11 meses de matrimonio, Consuelo vuelve a quedarse viuda en 1927. Su marido falleció a raíz de un derrame cerebral, pero dejó a Consuelo como heredera de una gran fortuna. Sólo tenía 25 años.
Como veis la vida de Consuelo era siempre muy intensa y en 1931, año clave, por medio de un amigo en común, Benjamín Crémieux, conoció a Antoine de Saint-Exupery, en pocos segundos hubo un flechazo inminente por parte de ambos. Consuelo contrajo matrimonio por tercera vez y se fue a vivir a Francia con su nuevo marido.
Estuvieron casados durante 15 años. Vivieron momentos tormentosos, pues no olvidemos que ambos eran muy especiales y bastante excéntricos, pero también fueron muy felices, se amaron profundamente. Tanto es así que Saint-Exuperý tuvo en Consuelo a la musa perfecta para escribir “El Principito”. Ella es la rosa, su rosa especial, la mujer que realmente amaba.
Aprovecho para hacer un importante apunte: en el año 2002, su sobrina-nieta, Abigaíl Suncín, sacó del baúl de los recuerdos a Consuelo y escribió un libro muy dulce titulado: “La Rosa que Cautivó al Principito”. Tengo el honor de tener a Abigaíl como amiga y os puedo decir que puso todo su corazón y todas sus ilusiones en hacer este libro. Y me encanta cuando ella dice en su libro que El Principito fue el hijo que tuvieron Consuelo y Antoine. Qué privilegio tan grande y tan especial! Ser la inspiración de un libro que se seguirá leyendo hasta el fin de los tiempos.
En 1979, Consuelo falleció en Grasse, Francia a causa de un ataque de asma. Se dice que legó sus bienes y derechos al jardinero.
Soy consciente que se me quedan muchas cosas en el tintero sobre Consuelo, así que para finalizar este post quiero decir que esta mujer es un ejemplo de que los sueños pueden cumplirse. Luchó por ampliar sus horizontes, por romper esquemas.
Hay muchos escritores que han profundizado en la vida de Consuelo por lo especial y extraña que fue, pero eso si también maravillosa!
Espero que mi relato sobre Consuelo Suncín os haya gustado ya que es una historia real. Vuelvo y repito: para mi es una Mujer Integral.
Dime: ¿te gustaría ser como Consuelo? ¿Habías escuchado hablar de ella?
Feliz fin de semana para todas y gracias por pasaros por aquí!
Pues yo no había oído hablar de ella pero me ha parecido una historia muy bonita y una mujer que ha tenido una vida muy intensa y seguramente apasionada!!!!
ResponderEliminarBesos
No había oído de ella tampoco y me encanta la labor que has hecho: ha tantas mujeres grandes en la historia que nos pasan desapercibidas!BESOS!
ResponderEliminarNo tenía idea de esta historia y a pesar de los trozos tristes me ha encantado conocerla. Se nota que era una mujer de un carácter muy fuerte, porque para hacer todo lo que hizo en esa época y en Latinoamérica, no había otro camino.
ResponderEliminarMe ha encantado este post.
Besos guapa!
Gladys, me encanta cómo has contado la historia de Consuelo, en verdad has hecho que derrame algunas lágrimas de felicidad. Me gusta mucho cómo escribes, debes empezar a escribir algún libro también. Te felicito amiga, te extrañamos y te queremos en El Salvador.
ResponderEliminarMi querida amiga Abigail, gracias por pasar por aquí. Me alegra que te guste. Recuerda que mientras pensemos en Consuelo nunca será olvidada. Yo también te extraño! un abrazo!
ResponderEliminarQue vida mas apasionada y que truncada, quedarse viuda tan joven por mas de una vez, me temo que la mala y la buena suerte la acompaño en su vida...
ResponderEliminarGracias por el relato no la conocia...
No conocía la vida tan intensa de Consuelo. Gracias por contarla tan bien.
ResponderEliminarBss
Qué interesante, Gladys! Me ha encantado!!! Un beso!
ResponderEliminarPues no habia oido hablar de ella pero me ha encantado poder conocerla un poco. me ha parecido una entrada muy interesante:)
ResponderEliminarbesos
http://tussecretosdebelleza.blogspot.com/
Muy inspiradora la sección amiga! Un abrazo!
ResponderEliminarMe ha parecido interesantísimo y una mujer digna de admiración. Una vez leí algo así como que una de las mejores maneras de pasar a la posteridad era servir de inspiración a un artista para crear su obra. Feliz finde!
ResponderEliminarHola Gladys,
ResponderEliminarConocía algo de la historia de esta mujer, a raíz de haber sigo esposa de Antoine de Saint-Exupéry, pero he descubierto cosas muy interesantes gracias a tu entrada. Mucha gracias por compartirlo, un saludo!