Desde que tengo memoria siempre he sentido pasión por todo lo que está relacionado con el mundo de la belleza, con una perspectiva que va mucho más allá de lo superficial, la cual es importante por supuesto y por la cual en este espacio hablamos de tratamientos faciales, de maquillaje, de cabello, de uñas, de dietas, etc. Sin embargo, soy de la opinión que si no te sientes bien interiormente, sino te quieres y no te valoras, todos estos cuidados que te das resultan insuficientes. Como bien indica el título del artículo de hoy tengo la convicción de que es importante cuidarse, pero quererse lo es mucho más. Y cuando hablo de quererse, no me refiero solamente a que te valores como persona sino a otros aspectos más profundos que quiero compartir contigo. ¿Me acompañas?
Seguramente has escuchado muchas veces la típica frase de si "estás bien por dentro lo vas reflejar". Y es una gran verdad. Pero el quid de la cuestión es ¿Qué debemos a hacer para sentirnos bien interiormente?
Es muy sencillo decir: tienes que aceptarte como eres y quererte, pero el entorno no nos lo pone nada fácil, ya que como bien sabes vivimos en una sociedad en la que hay unos cánones de belleza establecidos que son los que mandan y que muchas veces ejercen tal presión que hace que nos sintamos insatisfechas e inconformes con lo que somos y con lo que tenemos. Aunque personalmente pienso que esta clase de "cánones" empiezan a quedarse bastante arcaicos, todavía queda mucho camino por recorrer y mil y una cosas por cambiar.
Para poderte transmitir el mensaje que deseo, voy a ponerte un ejemplo del caso de una mujer que conozco desde hace muchos años.
Se trata de una mujer independiente, guapa, elegante, alta, esbelta, con buen gusto a la hora de vestir, con una carrera profesional muy buena, con excelentes ingresos económicos, con sentido del humor, con la que puedes pasar algunos momentos agradables. Sabe idiomas, sabe cocinar, es buena para las negocios, tiene muchos pretendientes, tiene éxito en los proyectos que pone en marcha, y así un largo etcétera. Es todo un estuche de monerías. Es una mujer casi perfecta, pues sabemos que la perfección no existe. Entonces ¿Cuál es el problema?. Pues muy simple y muy triste a la vez. ¡Esta mujer NO ES FELIZ!. Es una mujer amargada, envidiosa, que no tiene amigas ni personas a su alrededor con las cuales poder compartir nada.
Se ha dedicado toda su vida a sufrir por las cosas buenas que tienen los demás y se ha olvidado de mirar hacia dentro de ella y dar las gracias por todo lo positivo de su propia vida, que no es poco sino más bien mucho.
Lamentablemente como esta mujer hay muchas. Siempre he pensado que las mujeres somos muy complicadas y tenemos muy poca salud mental. Nos encanta boicotearnos a nosotras mismas y estar pendientes de lo que hace la vecina de al lado, en lugar de centrarnos en nuestra propia vida.
A la larga esta clase de sentimientos tan negativos nos van a pasar factura, nos van a carcomer por dentro, y llegará un momento en el que nos sentiremos vacías.
No hay crema, ni maquillaje, ni el mejor atuendo de ropa que haga el milagro de levantarnos el ánimo y hacernos sentir bien con nosotras mismas, si nos llenamos de sentimientos tóxicos, de envidias y de malos deseos para los demás. No habrá cabida para nada positivo y eso es verdaderamente triste ¿No te parece?
La envidia es un síntoma de la baja autoestima. Se va desarrollando porque la persona no se valora lo suficiente y piensa que los demás son mejores que ella. Entonces la respuesta es alimentar sentimientos negativos, atacar con malas actitudes y criticas hasta el punto de llegar a odiar.
¿Se puede parar?
Indudablemente que sí se puede, pero todo depende de nosotras, de la fuerza de voluntad que tengamos para cambiar de perspectiva. Depende de que aprendamos de una vez por todas que somos como la naturaleza nos ha hecho, que hemos nacido en el lugar en el que estábamos destinadas a nacer y que vivimos dónde las circunstancias nos permiten vivir. Depende de que le abramos las puertas a la gratitud y a la generosidad. Depende de que comprendamos que cada ser humano tiene algo especial y que está en este mundo por un motivo, sea cual sea.
La envidia, la crítica, los sentimientos negativos, los malos deseos hacia nuestros semejantes no nos aportan nada bueno. En cambio los sentimientos positivos nos hacen sentir bien y aunque tengamos días malos y las cosas no nos hayan salido como esperábamos, las superaremos. La actitud es la clave.
Si lo pensamos bien, gracias a la cosmética podemos mejorar muchos aspectos de nuestra apariencia. Pongamos algunos ejemplos. Que tenemos el pelo castaño, pero lo queremos rubio, no hay problema lo teñimos y listo. Que tenemos el cabello rizado y lo queremos liso, gracias a las planchas y secadores es posible conseguirlo. Que somos muy pálidas de piel , pues tenemos coloretes y polvos bronceadores para subir un poco el tono y darle un mejor aspecto al rostro. Que somos miopes y no nos gusta llevar gafas, para eso se inventaron las lentillas.
Podríamos escribir un libro entero de todo lo que tenemos a nuestro alcance para realzar esa belleza que nos ha proporcionado la naturaleza. Eso sí, como siempre te digo en mis post, sin caer en la obsesión. Hay que buscar el equilibrio entre la apariencia física y el bienestar emocional.
Para finalizar mi reflexión de hoy, quiero animarte a que a partir de hoy te propongas ser más generosa con las mujeres que te rodean. ¡Alégrate por sus éxitos! Y por supuesto céntrate en conseguir los tuyos propios. Que otras mujeres te sirvan de inspiración, para ser todavía mejor de lo que ya eres. Abre los ojos, escucha con atención y aprende cada día algo nuevo.
Si entre las mujeres hacemos piña y dejamos atrás los malos rollos y las malas vibraciones, es muy posible que contagiemos a otras a que se unan a nosotras. Quédate con estas palabras: RESPETO, GENOROSIDAD y TOLERANCIA.
EDITO: Para hacer un pequeño inciso gracias a Mariola y a Esther que en sus comentarios han apuntado muy acertadamente que el egoísmo, las inseguridades y envidias, no solamente se dan entre las mujeres, sino también en los hombres (aunque ese sería otro artículo pues también hay mucho que decir al respecto). En el post he hablado sólo de las mujeres pues en porcentajes son las que más visitan y leen el blog, aunque también lo hacen algunos hombres.
Como habrás podido observar el tema de hoy es muy amplio y estoy convencida que tienes tu propia opinión al respeto por lo que me encantará que la compartas en el apartado de comentarios para enriquecernos a todas. ¡Muchas gracias por tu visita y por leerme!
¿Se puede parar?
Indudablemente que sí se puede, pero todo depende de nosotras, de la fuerza de voluntad que tengamos para cambiar de perspectiva. Depende de que aprendamos de una vez por todas que somos como la naturaleza nos ha hecho, que hemos nacido en el lugar en el que estábamos destinadas a nacer y que vivimos dónde las circunstancias nos permiten vivir. Depende de que le abramos las puertas a la gratitud y a la generosidad. Depende de que comprendamos que cada ser humano tiene algo especial y que está en este mundo por un motivo, sea cual sea.
La envidia, la crítica, los sentimientos negativos, los malos deseos hacia nuestros semejantes no nos aportan nada bueno. En cambio los sentimientos positivos nos hacen sentir bien y aunque tengamos días malos y las cosas no nos hayan salido como esperábamos, las superaremos. La actitud es la clave.
Si lo pensamos bien, gracias a la cosmética podemos mejorar muchos aspectos de nuestra apariencia. Pongamos algunos ejemplos. Que tenemos el pelo castaño, pero lo queremos rubio, no hay problema lo teñimos y listo. Que tenemos el cabello rizado y lo queremos liso, gracias a las planchas y secadores es posible conseguirlo. Que somos muy pálidas de piel , pues tenemos coloretes y polvos bronceadores para subir un poco el tono y darle un mejor aspecto al rostro. Que somos miopes y no nos gusta llevar gafas, para eso se inventaron las lentillas.
Podríamos escribir un libro entero de todo lo que tenemos a nuestro alcance para realzar esa belleza que nos ha proporcionado la naturaleza. Eso sí, como siempre te digo en mis post, sin caer en la obsesión. Hay que buscar el equilibrio entre la apariencia física y el bienestar emocional.
Para finalizar mi reflexión de hoy, quiero animarte a que a partir de hoy te propongas ser más generosa con las mujeres que te rodean. ¡Alégrate por sus éxitos! Y por supuesto céntrate en conseguir los tuyos propios. Que otras mujeres te sirvan de inspiración, para ser todavía mejor de lo que ya eres. Abre los ojos, escucha con atención y aprende cada día algo nuevo.
Si entre las mujeres hacemos piña y dejamos atrás los malos rollos y las malas vibraciones, es muy posible que contagiemos a otras a que se unan a nosotras. Quédate con estas palabras: RESPETO, GENOROSIDAD y TOLERANCIA.
EDITO: Para hacer un pequeño inciso gracias a Mariola y a Esther que en sus comentarios han apuntado muy acertadamente que el egoísmo, las inseguridades y envidias, no solamente se dan entre las mujeres, sino también en los hombres (aunque ese sería otro artículo pues también hay mucho que decir al respecto). En el post he hablado sólo de las mujeres pues en porcentajes son las que más visitan y leen el blog, aunque también lo hacen algunos hombres.
Como habrás podido observar el tema de hoy es muy amplio y estoy convencida que tienes tu propia opinión al respeto por lo que me encantará que la compartas en el apartado de comentarios para enriquecernos a todas. ¡Muchas gracias por tu visita y por leerme!
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Totalmente de acuerdo, si estamos bien internamente eso se refleja por fuera y es algo que ningún cosmético puede conseguir. Un besazo
ResponderEliminarHola guapa! Me ha gustado mucho esta entrada, y la verdad, estoy de acuerdo contigo con todo lo que has comentado :) Lo importante es quererse uno/a mismo/a :) Un besito!
ResponderEliminarQué te voy a decir, si estoy totalmente de acuerdo contigo. Además, cuando una está bien por dentro,no sólo lo refleja, es que además hacer por cuidarse y dar su mejor "yo" a los demás, precisamente por eso: por amor propio.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu reflexión, Gladys!
Un besazo!
Hola Gladys, yo todas estas cosas siempre las he tenido bastante claros, desde la cuna prácticamente fui muy segura de mi misma!!!! No sé explicarte porqué... pero siempre me he querido seguramente más que a nadie!!!!!
ResponderEliminarBesos
Pues muy bien dicho. Para ser feliz no puedes boicotearte a ti misma ni boicotear a los demás. La envidia sólo es un gasto inútil de recursos que sólo consigue amargar a quien la padece. Besotes!!!
ResponderEliminarYo creo que la inseguridad es un tema generalizado, nos afecta tanto a ellos como a nosotras. Pero es verdad que cultural y sociológicamente padecemos más las consecuencias las mujeres. No sé... la envidia es una emoción que ellos también practican, pero como los hombres siguen "al mando" en todos los sectores, el mito que les conviene alimentar es la envidia entre las mujeres. Yo he sentido y sufrido envidia por parte de los hombres, por mi talento o mi posición de poder sobre ellos, y han sido ellos los que más daño me han hecho con sus inseguridades. Un beso, darlincita.
ResponderEliminarTodo nuestro interior, se refleja en el exterior...
ResponderEliminarBesitos
Hola Gladys! Un post excelente que me ha encantado leer. Siempre he pensado que primero es el interior y luego el exterior, y dentro del complejo "interior" de cada persona está, sin lugar a dudas, el tema de la autoestima, del quererse a uno mismo y el estar a buenas contigo porque si no es muy posible que una persona jamás sea feliz, y básicamente porque pueden aparecer sentimientos poco agradables como el de la envidia, que tanto daño puede hacer, a uno mismo y a los demás.
ResponderEliminarUn beso muy grande, Gladys y feliz fin de semana.
¡Hola Gladys! Desde luego la clave está en las palabras que has remarcado: respeto, generosidad y tolerancia. Si las aplicamos en nuestra vida, se acabará viendo por fuera. Un besote
ResponderEliminarToda la razón, comparto todas tus reflexiones de hoy excepto ese tópico (si me perdonas) de poner en la picota a las mujeres en concreto. Este comportamiento también se ve en hombres, y a nivel general se trata de maldad, egoismo y envidia (que se pueden dar en cualquier genero) y que tarde o temprano, como dices, se refleja en el exterior.
ResponderEliminarUn besote
Un estupendo post y lo comparto totalmente.
ResponderEliminarUn maravillo post que me ha hecho pensr. No, no soy realmente feliz y esta dentro de mi. Es cierto. Me falta conseguir ciertos objetivos, como por ejemplo un trabajo a media jornada para poder aportar dinero en mi casa y no estar triste y amargar a los demas con preocupaciones que se suman a partir de una base. Se va haciendo una montaña de pequeños granos de arena.
ResponderEliminarSin duda alguna, el cambio solo lo puedo hacer yo, y si me pueden ayudar, de hecho lo hacen y consiguen que me sienta mejor. pero el trabajo mas duro es el mio, el interno, el cambio. Librandome de malos pensamientos y de malas energias y siendo lo mas positiva posible. Si algo sale mal, no pasa nada, se sigue intentando. BSS
Hola!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo,por mucho cosmética y la ropa no valen si no se está segura de si misma.Desde pequeña se aprende a adquirid seguridad en una misma
Bss
Me gusta mucho el post, y tienes toda la razón del mundo, yo también conozco casos como el que nombras, de gente que no valora absolutamente nada de si mismos, ni de lo que tienen,y que viven para odiar y envidiar a los demás...y claro que así no se puede ser feliz, estando pendiente del vecino...la verdad es que si lo piensas las personas generosas y optimistas son las más felices, aunque no tengan de nada, desde luego es quererse, y por supuesto, cuidarse, que para eso nos queremos ;)
ResponderEliminarbesitos!
ostras que gran verdad. nuncxca he entendido porque las mujeres en vez de unirnos y ayudarnos nos hacemos la zacadilla. Y lo del amor propio tienes toda la razon como tu no te quieras, mal vamos. Lo que ya no tengo tan claro es que una persona envidiosa y demás pueda cambiar....
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo! Sin duda la piel es el reflejo de todo lo que nos pasa interiormente... y si estamos mal por dentro no sólo se reflejará en la piel sino en nuestra actitud. Lo cual es super importante!! Un saludo
ResponderEliminarun post q da q reflexionar y q pensar, muy cierto q el interior qes q lo q se refleja fuera, yo de naturaleza alegre es lo q intento q vean de mi y aveces me miro para yo tyb ver la energia y la simpatia q otros ven en emi , comenzarse a quererse y evrse como otros te ven es el principio , yo me quiero , un besazo
ResponderEliminarUna entrada estupenda, y me ha encantado la matización. Los sentimientos negativos y envidiosos son algo propio del ser humano, sea hombre o mujer (casi más los he notado en hombres, fíjate). A veces es falta de saber dar las gracias por todo lo que la vida ofrece, otras veces, es simplemente una condición, una tendencia. O a saber las carencias que ha tenido esa persona en su fase de formación afectiva, todo es muy complejo y la psique humana se puede abordar desde muchos puntos de vista.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de estar bien por dentro, son totalmente certeras tus palabras. No hay mayor belleza que la que va de dentro a fuera. Hace como un año, atravesé una época muy mala y me veía hasta empequeñecida físicamente. Superados algunos obstáculos, ¡ha sido todo un resurgir! El amor propio es complicado, hay que trabajarlo, pero a veces parece un castillo de arena que se cae rápido.
Muchísimas gracias por estas entradas, que hacen reflexionar en un mundo lleno de prisas y simplezas. Hay un gran mujer detrás de la pantalla y eso tus lectoras lo sabemos!! Un besazo, guapísima.
Hay cosas, realidades que el maquillaje no puede ocultar, cosas internas que si no las sanamos terminando siendo infelices y haciendo daño a los demás, se ve muy seguido que entre mujeres nos ataquemos, esa falta de apoyo entre nosotras mismas puede abrir inmensos abismos, ojalá eso cambie con el tiempo.
ResponderEliminarMe gusta mucho el tema que propones en este post y no puedo estar más de acuerdo contigo: la envidia es una enfermedad horrible y sinceramente me da mucha pena la gente que la padece aunque tú y yo diferimos en un pensamiento ya que yo creo que es difícil pararla de ahí que me de tanta pena. Afortunadamente no la padezco pero en este mundo se da mucho y yo lo que he hecho es alejarme de esas personas que no sólo no me aportaban nada sino que me restaban. Allá ellas. Muaks
ResponderEliminarHola guapa
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con este post. Al final por mucho que nos cuidemos por fuera lo que tenemos dentro se refleja.
Yo no era feliz y lo estoy cambiando, por supuesto creo que se puede cambiar pero también creo que va a costar mucho trabajo
Un besazo
Bueno, es cierto que la felicidad depende de uno mismo, pero algún día me he sorprendido a mi misma de estar de bajón, vestirme con algunas prendas que me favorecen y mejorar un poco mi estado de ánimo. Respecto a las envidias, poca solución le veo a eso, demasiadas conversaciones se escuchan a lo largo del día que hacen pensar que no habrá solución...Bss.
ResponderEliminarA que caray, pues mira que yo me quiero mucho pero cuando las cosas no funcionan a mi alrededor y que no es tan fácil de alejarse de ellas pues se vuelve un reto para amarse más, y opacar aquello que nos perturba, creo que todos somos felices mientras aceptas todo lo que tienes a tu alrededor y se vuelve un cáncer cuando deseas lo que no esta a tu alcance en ese momento. En el mundo de los blogs se vive tambien eso cuando encuentras personas que solo aceptan su trabajo y no comparten el de los demas jejeje bueno con eso quiero decir que la felicidad es tambien compartir lo que te gusta. Aceptemos el reto de apreciar todo aquello que nos comparten, una sonrisa, una alegría con las tres bases que nos comentas en tu artículo.
ResponderEliminarGuapa hay que empezar con artículos como estos, ayudando, creando conciencia y sobre todo recordando que el amor propio es primordial para dejar 1) las envidias y 2) la mala vibra que se genera por querer tener lo que no se tiene. Las mujeres tenemos mucho trabajo que hacer internamente, pero también externo, porque las palabras que decimos a otras mujeres es un reflejo muchas veces de lo que sentimos hacia nosotras mismas y eso es aún más triste :(
ResponderEliminarUn muy buen post! Estoy muy de acuerdo contigo, es muy importante querernos a nosotros mismas y reflejarlo, la felicidad depende de uno misma, aprender a dejar de lado las envidias y llenarnos de cosas positivas y que nos hagan crecer como personas.
ResponderEliminarEn general, las mujeres somos muy hormonales y complicadas, partimos de ahí, jaja, yo lo reconozco. Tienes mucha razón en tus palabras, hay que aprender a quererse tal cual y dejar las sensaciones malas un poco al margen, igual que a la gente que no te aporta demasiado o te carga de negatividad.
ResponderEliminar¡Un besote!
Gran verdad, es complicado quererse pero con el paso del tiempo una aprende a aceptarse y luego quererse es más sencillo.
ResponderEliminarUn beso.