♥ Piel Hermosa desde tu interior...

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Muchas veces pensamos que con sólo utilizar tratamientos cosméticos en nuestra piel nos aseguraremos de tener una piel hermosa. Sin embargo, esto puede no ser suficiente ya que debemos cuidar nuestra piel desde  el interior, es decir, con una alimentación adecuada, un sueño reparador y como no con el consumo de suficiente agua. Todo esto nos aportará aquellos nutrientes que nos ayudarán a tener una piel sana y por tanto más bonita. Veamos algunas recomendaciones para tener una piel hermosa desde el interior.

 

1. Es básico consumir alimentos ricos en vitamina A. Esta vitamina es la responsable de la reparación y regeneración de los tejidos celulares. También es antioxidante y neutraliza el efecto de los radicales libres. Podemos encontrarla en el pescado azul, la yema del huevo, el hígado, productos lácteos como por ejemplo la mantequilla, hortalizas como las zanahorias, la calabaza, el calabacín; frutas como la naranja, el melón y los albaricoques.

 

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2. Dormir las horas que tu cuerpo necesita. Los expertos recomiendan que debemos dormir de 7 a 8 horas diarias, el tiempo suficiente para descansar. Pero ¿qué pasa durante esas horas de sueño? Durante el sueño se producen lípidos que ayudan a reforzar la capa córnea, barrera de la piel, una de cuyas misiones es frenar la pérdida de agua y evitar la deshidratación. Cuando la epidermis está bien hidratada, es suave, elástica y luminosa. También durante la noche aumenta la producción de colágeno y sin embargo la microcirculación de la sangre se ralentiza, lo que dificulta la eliminación de las toxinas generadas durante el proceso de autorreparación de la piel.

Las hormonas también desempeñan su papel durante el sueño. Se producen hormonas fundamentales para la belleza como HGH (Hormona del Crecimiento), conocida como la reina de las hormonas antienvejecimiento, pues refuerza los músculos, elimina la grasa, favorece la regeneración de la piel y el crecimiento de los huesos y el pelo. También la ATP, que proporciona energía a la piel o la melatonina, que estimula la regeneración de las células. Muy importante destacar que según un estudio realizado por la Universidad de Bristol (Inglaterra), dormir poco ¡engorda!, ya que la falta de sueño produce alteraciones hormonales que nos hacen comer más de la cuenta especialmente cosas dulces como el chocolate.

 

3. Consumir alimentos que contengan vitamina B2. La piel es uno de los grandes beneficiados de la ingesta de este complejo vitamínico, pues las vitaminas B1 o tiamina, B2 o riboflavina, B5 o ácido pantoténico y la piridoxina o B6 contribuyen a luchar contra el envejecimiento de la piel. Además, también estos nutrientes son los encargados de controlar la producción de grasa de la piel, que puede derivar en problemas como el acné. Si eres una persona con la piel grasa, una mayor incidencia de vitamina B en la dieta podría ayudarte. La reparación de la piel es otra de las ventajas que ofrece esta sustancia. Esto significa que ayuda con una simple cicatriz o a la recuperación después de una operación. De sus propiedades hidratantes se benefician la piel, el pelo y las uñas, por lo que la podemos usar como tratamiento después del verano para compensar los excesos sufridos o como un aliado perfecto contra la incidencia que tiene en estos elementos los cambios climáticos. Los alimentos donde podemos encontrar esta vitamina son muy variados: cereales integrales, pan, el germen de trigo, el pollo, el huevo, las legumbres y el hígado.

 

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4. Beber Abundante agua. Para el Dr. Jean-Loup Dervaux –exjefe del servicio clínico de la Facultad de Medicina de París y asistente de los Hospitales de Paris–, deberíamos beber entre 2 y 2,5 litros de agua al día para poder advertir los efectos visibles de tener una piel profundamente hidratada, es decir de tener una piel joven y luminosa. Una cantidad de agua que la mayor parte de mujeres no alcanza. Lo que, según el Dr., «las hace más vulnerables a tener estreñimiento, infecciones urinarias e incluso a la formación de litiasis renales o vesiculares » (cálculos biliares o renales). Para completar el agua que alcanzamos a beber, podemos hacerlo bebiendo té, zumos, sopas. Ahora bien, la gran pregunta es ¿Qué agua es la mejor para la belleza de nuestra piel?  pues según el Dr. Jean-Loup Dervaux «aquellas aguas ricas en magnesio y bicarbonato, no se puede negar que poseen una acción positiva en la luminosidad de la tez, puesto que favorecen el drenaje del hígado». Lo principal es comprobar la cantidad de bicarbonato y magnesio, principales actores para tener una piel resplandeciente». Y algo muy importante que señala el Dr. es que el agua no adelgaza como nos quieren hacer creer muchas campañas de marketing de marcas de agua mineral, simplemente cumplen con la labor de favorecer la eliminación que es un proceso natural de nuestro cuerpo.

 

5. Consumir alimentos con alto contenido en vitamina C. La Vitamina C tienen un alto poder antioxidante que protege a las células del daño causado por los radicales libres, por lo que nos ayuda a evitar el envejecimiento prematuro. Favorece la formación de colágeno. El efecto visual es que suaviza de las arrugas y líneas de expresión. Ayuda al sistema inmunológico y también ayuda a mantener y defender la salud de nuestra piel frente a las agresiones externas. La podemos encontrar en los pimientos, el escaramujo y los cítricos: naranja, limón, mandarinas, etc.

 

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6. Consumir alimentos que contienen Vitamina E. La Vitamina E es un antioxidante que previene las enfermedades, activa la circulación y acelera la cicatrización. Entre los alimentos que contienen vitamina E están todo el grupo de granos, como el arroz; las grasas vegetales como la de girasol y la mantequilla de cacahuete; las semillas de girasol, los vegetales de hoja verde como el brócoli, las legumbres en general, los tubérculos como el camote, y los frutos secos como las nueces y las almendras contienen esta maravillosa vitamina. Además, la encontramos en algunos mariscos, en especial los langostinos. 

 

7. El zinc, el hierro y el azufre son indispensables. El zinc ayuda a reparar la piel y la mantiene suave y flexible. Está en las pipas de calabaza, el germen de trigo, el hígado, las sardinas y las ostras. El hierro mejora el tono de la piel. Podemos tomar lentejas, cereales integrales, chocolate con un alto contenido en cacao y marisco combinado con una alimentación rica en vitamina C para que el cuerpo absorba bien el hierro.El azufre contribuye a tener la piel más suave, se encuentra en la cebolla y en el ajo, dos alimentos que casi todas incluimos en nuestros platos de comida.

 

8. Alimentos ricos en Omega 3 y Omega 6. El Omega 3 hidrata y alisa la piel, previene o mejora las enfermedades como eczema o psoriasis.  Además aumenta la proliferación de células en la piel. Lo encontramos en pescado azul y los aceites de linaza, soja y colza. El Omega 6  ayuda a mejorar la circulación de la sangre y a la formación de las membranas celulares. Ayuda a tratar eficazmente problemas de la piel como sequedad, acné, eccema atópico, dermatitis y en general casi todos los problemas de piel que cursan con sequedad extrema. También ayuda a prevenir la caída del cabello. Lo podemos encontrar en el aceite de girasol y de maíz, uvas, col de bruselas, aguacates.

 

 

Vía Pinterest

 

Ya para terminar sólo deciros que la constancia es muy importante para que podamos ver resultados óptimos en nuestra piel y nuestro cuerpo en general, al consumir los alimentos que he mencionado anteriormente. También recordad que si queréis consumir suplementos vitamínicos para completar vuestra dieta, primero consultarlo con vuestro médico, ya que el cuerpo humano es muy complejo y no siempre puede reaccionar positivamente a las vitaminas, además será nuestro él quien determine si necesitamos tomarlas o no y las cantidades exactas. 

 

¡Muchas gracias por leerme y vuestros amables comentarios!